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miércoles, 28 de marzo de 2012

PIES PARA QUÉ OS QUIERO! (PARTE II)

PIES PARA QUÉ OS QUIERO! (II)

Los pies… Ay, los pies! Qué lejos nos quedan de los ojos y, por ello mismo, cuán poquito cuidamos de ellos! Tendemos a olvidarlos, a darlos por supuestos, a pensar que pase lo que pase ellos siempre van a estar ahí, “al pie del cañón” y “dando el callo”… Pero no, qué va. A veces los pies nos necesitan tanto como nosotr@s a ellos; a veces ellos también reclaman nuestra atención y ayuda, y lo hacen desarrollando diversos trastornos que,  normalmente, nos avisan de que algo va mal por ahí abajo de la forma más contundente que existe: Con DOLOR.  Y qué malo es que te duelan los pies…!!!
El dolor de pies condiciona nuestra vida diaria hasta un punto extremo. Nos impide realizar las actividades que nos gustan, nos amarga las horas de trabajo y también las de ocio, y definitivamente hasta nos agria el humor. Quien padece algún dolor siempre dirá lo mismo del suyo, sea el dolor que sea, pero cuando hablamos del dolor de los pies no hay discusión posible: Es uno de los dolores más terribles que se pueden padecer.
Pero, qué puede hacer que los pies nos duelan? Cuáles son las causas más habituales de este dolor? Y para consolarnos, qué podemos hacer para aliviarlo?
Es amplio y muy variado el catálogo de afecciones que pueden causar dolor a nuestros pies. Vamos a centrarnos aquí en las más comunes de ellas:
PIES PLANOS:


Nos dice Wikipedia que PIE PLANO (PES PLANUS o ARCOS VENCIDOS) “es un término de uso común que se refiere a una enfermedad caracterizada por el colapso del arco del pie, ocasionando que toda o casi toda la superficie de la planta tenga contacto con el suelo” o dicho en castellano llano, que denominamos así a los pies cuyas plantas no están arqueadas sino que, por el contrario, son lisas y tocan el suelo con toda su superficie.
A quién puede afectar este trastorno? Se calcula que, grosso modo, un 20% de la población mundial lo padece, en mayor o menos grado, con más o menos perjuicio. Se trata de una dolencia que antaño se creía común en la infancia y que erre que erre se trataba de corregir con remedios ortopédicos etc. Hoy tenemos confirmado que sí es muy común, en efecto; común, tan común que puede decirse que hasta los cuatro o seis años aproximadamente la mayor parte de l@s niñ@s tiene los pies planos!  Esto es debido a que hasta esa edad el arco plantar no está del todo desarrollado, se está formando progresivamente, y suele quedar oculto por una gruesa capa de grasa (“grasa de bebé”, dicen) Así pues, no es en absoluto necesario tratar de remediar estos “falsos pies planos” que no son, en realidad, más que pies “normales” en construcción. Lo que sí que puede ser interesante es tratar de apoyar ese proceso constitutivo del pie ofreciendo a l@s niñ@s la posibilidad de andar descalz@s sobre diferentes superficies (arena, gravilla, hierba…), de jugar a andar sobre las puntas y sobre los talones alternativamente, etc, ejercicios todos ellos destinados a ejercitar el conjunto de músculos, tendones y ligamentos que formarán el pie adulto definitivo, con su arco plantar normalmente formado. Tendemos de hecho a pensar que para los bebés que dan sus primeros pasos es recomendable un calzado grueso, duro, con suelas robustas y que les mantengan de pie casi sin esfuerzo… pero no, qué va, al contrario: Lo ideal sería facilitar la movilidad total de estos pequeños pies utilizando zapatitos lo más finos, flexibles y ligeros posibles; zapatitos que imiten lo más y mejor posible la experiencia óptima de andar descalzos. Zapatitos como éstos:


(ZAPATITOS PARA BEBÉS PITTER PATTER.)

Cuándo los PIES PLANOS constituyen realmente una patología para la población infantil? Habrá que tener cuidado y obrservar si, una vez pasado ese periodo de formación del pie, esto es, una vez cumplidos los 5 ó 6 años, nuestros peques se quejan de dolor o de cansancio excesivo en los pies, si caminan de forma extraña, si chocan mucho las rodillas al andar y esto les lleva a caerse con frecuencia…  Tendremos en cuenta también, ya que estamos hablando de una dolencia de carácter genético, si presenta PIES PLANOS alguno de sus progenitores y de ser así, de presentarse alguna o algunas de estas circunstancias, podremos sospechar que se trata de unos PIES PLANOS “reales” y, entonces sí, será el momento de buscar una solución al trastorno. Dicha solución pasará en la mayoría de los casos por el uso de plantillas a medida y/o calzado especial, ya sea como recurso temporal hasta que el arco se forme, o de manera permanente si éste ya no se va a poder formar.


(PLANTILLAS PARA PIES PLANOS)
(ZAPATO DEPORTIVO INFANTIL CLEMEN-SALUS)







Un calzado actual y atractivo, lejos del clásicamente conocido como "ortopédico", que sin embargo sí que resulta adecuado para niños con plantillas o con PIES PLANOS...












Diferentes consideraciones ha de merecernos el PIE PLANO cuando se trata de adultos:
“El PIE PLANO también puede desarrollarse en adultos como consecuencia de heridas, enfermedades o esfuerzos inusuales o prolongados sobre el pie, inconvenientes en la biomecánica o como parte de procesos normales de envejecimiento. (…) También puede desarrollarse en embarazadas como consecuencia de cambios temporales, producto del aumento en los niveles de elastina (elasticidad) durante el embarazo. Sin embargo, si se desarrolla durante la adultez, el PIE PLANO permanecerá plano en forma permanente.” En estos casos, en los que el arco plantar definitivamente no se ha formado y ya es prácticamente imposible que se forme (los músculos de un pie ya formado no van a desarrollarse y a crecer para crear un arco “nuevo” por mucho que se les someta a ningún entrenamiento…), también van a  resultar muy útiles tanto las plantillas, que crearán un arco artificial en la planta del pie, como el calzado especial. No obstante, estos remedios se utilizarán solo en los casos en los que los PIES PLANOS causan dolor a quien los padece; y, afortunadamente, esto no ocurre en todos los casos! En muchas ocasiones, los PIES PLANOS no causan ninguna molestia y no es necesario  utilizar medidas correctivas. En otros casos, no obstante, también es justo señalar que las molestias pueden ser tales que haya que considerar la cirugía como una opción para solucionar el trastorno… No obstante, esto suele ocurrir principalmente en los casos en los que los PIES PLANOS son debidos a otras enfermedades graves e incapacitantes como la poliomielitis, diversas lesiones de la médula espinal…





PIES CAVOS:



La otra cara de la moneda: Un PIE CAVO es aquél que tiene un arco muy alto, muy pronunciado, tanto que cuando uno se pone de pie o al caminar, debido a este arco alto, se deposita una excesiva cantidad de peso en la parte delantera de la planta del pie y en el talón. Este trastorno puede manifestarse acompañado de una diversidad de signos y síntomas, tales como dolor,  inestabilidad (caídas frecuentes…) y puede desarrollarse a cualquier edad, tanto en ambos pies como en uno sólo.
Los PIES CAVOS pueden venir causados, y de hecho así ocurre con gran frecuencia, por algún problema neurológico previo, como es el caso de una parálisis cerebral, la enfermedad de Charcot-Marie- Tooth, espina bífida, polio, distrofia muscular o apoplejía. En otros casos, no obstante, son sencillamente una anomalía estructural que puede además ser hereditaria. Determinar si la causa es de uno u otro rango es importante a la hora de tratar los PIES CAVOS, ya que dependiendo de ello nos encontraremos con un pronóstico u otro para el futuro: Si el PIE CAVO se debe a problemas neurológicos casi seguramente empeorará con el tiempo; en los otros casos puede no haber un empeoramiento en lo que a la sintomatología se refiere (dolor, molestias, etc…), pero es poco probable que se logre un cambio significativo de apariencia.
Y, cuál es la sintomatología típica de un PIE CAVO? Pues podemos hablar de lo siguiente:
-Dedos en martillo (dedos del pie flexionados) o bien en garra (apretados como un puño), dolorosos en ocasiones.
-Callosidades en la parte delantera de la planta  o talón del pie.
-Dolor al estar parado y/o al caminar.
-Pie inestable debido a la inclinación del talón hacia dentro, lo cual puede provocar torceduras de tobillo (cuando al pie cavo se le asocia un varo de pie)
Para solventar estos problemas, existen diferentes tratamientos entre los cuales los más utilizados son los dispositivos ortopédicos (plantillas, etc. que, colocados dentro del calzado proporcionan estabilidad y amortiguación al pie), las modificaciones del calzado (hormas altas, tacones anchos…) o el calzado especial que también aumentan la estabilidad y el soporte, y ciertos tipos de ortesis, aparatos ortopédicos que cumplirían la misma función. En los casos más graves en los que estos remedios no resultan eficaces, (normalmente los casos antes mencionados y relacionados con enfermedades neurológicas etc…) puede tener que recurrirse a la cirugía.





(...continuará...)









miércoles, 7 de marzo de 2012


HISTORIAS DE FAMILIA


Son las 8 de la mañana y el despertador suena puntual-puntualísimo, como siempre. Mmmmmm, qué pereza levantarse de la cama, ¿verdad? Pero está amaneciendo una jornada repleta de actividad y compromisos, así que… ¡Arriba! ¡Que no se diga!
Despegas la oreja de la almohada viscoelástica (¡Qué bendición para las cervicales! Desde el día en que decidiste comprarla cómo ha cambiado tu humor mañanero, ¿verdad? ) y te encaminas a la ducha para empezar el día con buen pie.
Y hablando de pies: ¿Dónde dejaste ayer guardada la funda para la escayola del pie? Estaba por aquí, seguro…
-¡Mari! ¿Me has recogido tú la funda impermeable?
-¿Qué funda impermeable?
-Mujer, ¡la que necesito para ducharme sin mojar la escayola!
-Ah, sí, abajo, en el último cajón del armarito…
Qué mujer, siempre empeñándose en escondértelo todo. Nunca entenderá tu concepto de “caos ordenado”, está claro.
En fin, que una vez bien protegido del agua tu pobre pie lesionado, entras en la ducha y te dispones, por fin, a terminar de despertarte.
Bufffffff, qué gozada el agua calentita… Estás tan a gusto debajo del grifo que cierras los ojos y te lo tomas con calma, con mucha tranquilidad. La esponja con mango es un invento estupendo para masajear la espalda sin forzar los hombros (dichosas cervicales…), ¡definitivamente! En un momento dado incluso  y casi sin pensarlo, te encuentras sentado plácidamente en el banco de ducha que instalasteis hace unos meses para el abuelo. Es muy práctico y funcional y al yayo, con su parálisis y sus problemas de cadera, le hace un servicio estupendo; pero es que, además, es tan cómodo… En fin, a ver si te espabilas porque a este paso ¡te vuelves a quedar dormido en la ducha!
-¡Hola abuela! ¿Qué tal has dormido hoy?
Encontrar a la abuela en la cocina cada mañana, enfundada en su delantal y concentrada en preparar el desayuno para todos  es mucho más que un placer: ¡Es un auténtico lujo! Es verdad que no tiene ya la agilidad que tenía hace 20 ó 30 años (cuando ganaba todos los concursos de torrijas de la Región…)y que ha pasado alguna temporadita un poco regular, pero gracias a los “cacharros”, como ella los llama (los cubiertos ergonómicos, el cuchillo mecedora, la tijera de sobremesa, el abrelatas especial,  el ponemedias, el calzador, el subecremalleras… ) que poco a poco, cumpleaños tras cumpleaños y Navidad tras Navidad le han ido regalando los peques, se las apaña como una campeona y nos deleita con unos cánticos y bailoteos mañaneros que nos ponen las pilas pero bien. Entre eso, sus torrijas (que siguen siendo de concurso, ¿eh?) y el buen humor que va repartiendo… ¡Así da gusto ponerse en marcha!
Desayuno en familia, un beso rápido al abuelo que desayuna en la cama (antes había que ayudarle, pero ahora, con su mesita auxiliar, su vaso antivuelco y los cubiertos con muñequera de velcro ha recuperado tal autonomía que no quiere ver a nadie por su habitación antes de terminarse el primer café; dice que antes “no es persona” y que, además, los críos le vuelven loco con tanto grito y que él se ha ganado el derecho a desayunar  cada día tranquilo, desperezándose a su ritmo y viendo las noticias en la tele. “-Como un marqués, hijo, ¡como un marqués!”) y después, cada uno a lo suyo. Tú a trabajar, Mari a entrenar, que este fin de semana compite (que no se le olvide ponerse la rodillera de neopreno que le recomendó la fisio, no vayamos a liarla y nos juntemos dos lesionados en casa), los niños al cole y el pequeñajo a la guardería. De llevarle ya te encargas tú, que sé que te encanta disfrutar de ese paseo con tu bebote a cuestas. Pesa ya sus 10 kilitos, pero con esta mochila portabebés ergonómica fantástica que os habéis agenciado no se nota el peso, ¿verdad? Solo se nota ese contacto reconfortante para ti y para él, esa cercanía y ese vínculo especial. Es genial… Además recuerda lo que la pediatra os ha asegurado: Que es una manera fabulosa de reducir el riesgo de displasia de cadera y de plagiocefalia craneal. Así que… ¡todo parabienes!
Los abuelos se quedan en casa un rato más y después, cuando estén preparados, saldrán a dar una vueltita, a sus recados o a “sus historias”, ¡ellos sabrán! Con la nueva silla de ruedas de aluminio, súper-ligera y 100% manejable entran y salen cuando y como quieren, él sentado y ella empujando. No necesitan que nadie les eche una mano y llevan una vida plenamente activa. Tan activa y tan ajetreada que la abuela ha tenido que encargarse unas plantillas a medida y se ha comprado unos zapatos especiales para pies delicados; todo para que, lo que no ha conseguido parar la enfermedad del abuelo, no lo paren sus juanetes. No es raro encontrárselos de charla en alguna plaza, jugando a las cartas con los amigos en la cafetería de la esquina (sus compañeros de mus al principio ponían caras raras ante la lupa de cuello que usa el abuelo para jugar, pero cuando han visto que no les deja ganar ni media han optado por preguntar discretamente dónde la ha conseguido y a qué precio) o incluso bailando en el Hogar del Jubilado. La abuela acaba agotada, sí, pero como ella misma dice, “-¡sarna con gusto, no pica!” y además, con un poco de suerte algún camarada de baile se ofrece a empujar la silla del abuelo hasta el barrio y ella, tan ricamente, aprovecha para sacar del bolso su bastón plegable con estampado floral y lucirlo como quien no quiere la cosa.¡ Pues no es coqueta ni nada, la abu!
Tú estas semanas tendrás trabajo de oficina,¿ verdad? Lo digo porque con el pie escayolado no pintarás mucho en el almacén… Aquí se quedarán pues por una temporada, la faja de trabajo, las botas de goma antideslizantes (siempre hay charcos de grasa por aquí y son muy traicioneros; ¡precisamente por confiarte y prescindir de las botas hace unos días estás ahora como estás!), las muñequeras de neopreno… Tendrás que cambiarlas temporalmente por este cojín lumbar que, para las horas que vas a pasar tecleando aquí sentado, te va a venir que ni pintado. Y sin haberlo preparado…
Mari a estas horas estará corre que te corre y nada que te nada. Al final no le has recordado que metiera la rodillera de neopreno en la mochila, pero no te preocupes, seguro que se habrá acordado ella sóla, que a organizada no le gana nadie. (¡Que te lo digan a ti, cada vez que tienes que buscar las cosas que ella te ordena!) No hay más que ver ese pastillero chulísimo que lleva en el bolso con todas sus medicaciones organizadas por horas y por días, con su fundita azul que podría hacerlo pasar por una agenda y todo… Es una monada, la verdad. Tiene algún otro en casa, más troteros y más funcionales quizás (uno que además es partidor, otro que las tritura…) pero este en concreto es un detalle de lo más fashion. ¡Como ella!
Y luego una reunión, y unas compras, y extraescolares, y horas extra, y… Todos llamáis a casa en algún momento del día para ver si los abuelos necesitan algo, pero la mayor parte de las veces no os cogen el teléfono siquiera. No porque no lo oigan (imposible con el teléfono de teclas gigantes, luz de aviso y tonos de intensidad regulable que les comprasteis para su aniversario…) sino porque… ¡tienen tanta vida social que rara vez están en casa! Estos abuelos modernos…
Volveréis a juntarnos todos a la hora de la cena. El bebé suele quedarse dormido un poco antes en el pecho de mamá (si alguna vez ella va a llegar más tarde tú te encargas de darle la última toma; siempre leche materna que Mari te deja preparada, extraída con un sacaleches elçéctrico fenomenal que su hermana le ha regalado y congelada en bolsitas especiales,  y siempre utilizando un biberón especialmente diseñado para favorecer la lactancia materna, ¡otro de esos grandes pequeños inventos que tanto os facilitan las cosas!), así que los demás os sentaréis alrededor de la mesa, compartiréis un buen pollo asado “made in la abuela”, charlaréis de esto y de aquello un buen rato y… y después a dormir.
-¿Qué tal el día? ¿Muy cansada?
-Bah, no creas, no me voy a quejar…
Es cierto que no podemos quejarnos. Con achaques y enfermedades, con los años que pasan y las lesiones que llegan, con los desafíos a los que nos hacen enfrentarnos nuestros mayores, nuestros pequeños y la vida misma… con todo eso, nuestra vida puede ser en realidad tan-tan fácil…
-Buenas noches cariño, que duermas bien.
-Seguro que sí!

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La familia del relato no es real, pero sí son reales las situaciones a las que tienen que enfrentarse sus miembros a lo largo de un día cualquiera. Cada día. Todos ellos… Son reales sus achaques, sus enfermedades, los años que pasan, las lesiones que llegan… La vida es real y son muy-muy reales los desafíos que la vida les tiene preparados. A los mayores, a los pequeños…


La vida es real, sí, muy-muy real, y la posibilidad de vivirla de una manera más fácil, no lo dudes, ¡también lo es!
Busca con nosotros esa manera. Hazte la vida, cada día, ¡un poquito más fácil! J